Es posible que hayas escuchado el término “biomasa” en cualquier conversación sobre el medioambiente y el reciclaje, pero ¿sabes qué es en realidad la biomasa? ¿Cómo se produce? Y ¿Para qué se utiliza?

¿Qué es la biomasa?

La biomasa se refiere a la materia orgánica que tiene energía almacenada a través del proceso de fotosíntesis. Existe en forma de plantas y puede transferirse a través de la cadena alimenticia a los cuerpos de los animales y luego a sus desechos. Esto puede convertirse en un combustible importante para el uso humano cotidiano; de hecho, la biomasa se ha convertido en una de las fuentes renovables de energía más comúnmente utilizada en las últimas dos décadas, superada solamente por la energía hidroeléctrica.

La biomasa es una fuente de energía tan ampliamente utilizada, probablemente por su bajo costo y naturaleza indígena, que representa el 15% del suministro total de energía del mundo y hasta el 35% en los países desarrollados. Actualmente es considerada como una fuente alternativa de energía no disruptiva que puede implementarse en todos los niveles de la sociedad, desde el uso comercial, hasta el uso cotidiano en el hogar.

¿Cómo se convierte la biomasa en energía?

Existen varias tecnologías de conversión que pueden liberar la energía de los productos reciclados directamente en forma de calor o electricidad, o pueden convertirla a otra forma, como biocombustible líquido o biogás combustible. Estas son las formas más comunes de conversión de biomasa en energía.

Incineración

Esta es una forma muy común de convertir materia orgánica en energía. Las sustancias que se queman, como la madera (sustancia más utilizada por los humanos para calentar y cocinar), los desechos y otras materias vegetales, liberan energía química almacenada en forma de calor que puede usarse para hacer que los ejes de compensación produzcan electricidad.

¿Cómo entonces se genera electricidad a partir de la biomasa? De manera simple, todo comienza con la energía solar. La energía del sol se transfiere y se almacena en las plantas, cuando estas mueren o se cortan, se entregan astillas de madera, paja y otros desechos vegetales. Esto se quema para calentar agua en una caldera y liberar energía térmica (vapor). El vapor se dirige a las turbinas con tuberías y enciende varias palas en la turbina y los generadores, que están hechos de bobinas e imanes. Sus campos magnéticos producen electricidad, la cual se envía a los diferentes destinos mediante la red eléctrica.

Descomposición

Las cosas que pueden pudrirse, como la basura, los desechos humanos y animales, los cadáveres de animales y similares, pueden dejarse descomponer para que liberen un gas llamado biogás (también conocido como gas metano o gas de vertedero). Esta emanación puede ser capturada por una maquina llamada Microturbina que lo convierte en electricidad.

Fermentación

El etanol puede producirse a partir de cultivos con muchos azucares, como el maíz y la caña de azúcar. El proceso utilizado para producir etanol se conoce como gasificación.

¿Qué materiales sirven como combustibles para la biomasa?

Los desechos de maderas y desechos forestales son uno de los principales combustibles. La madera todavía se usa ampliamente para obtener energía tanto en el hogar como la industria, particularmente en industrias madereras, de papel, de celulosa y de silvicultura. La biomasa leñosa, de hecho, representa el 10% de la energía primaria consumida en muchas partes del mundo.

Otros materiales que componen los combustibles de biomasa son ciertos cultivos agrícolas y materiales de desecho quemados que se convierten en biocombustibles líquidos. Desperdicios de comida, jardín, basura para generar biogás; y abono animal y aguas residuales humanas convertidas en biogás que puede quemarse luego para producir combustible.

En RECECO utilizamos el reciclaje de palets de madera, como material base en la fabricación de biomasa. Todos los restos de palets que no se pueden reutilizar y que se destinan a su destrucción, los convertimos en astillas de madera de diferentes tamaños según la demanda de las diferentes centrales que necesitan esta materia prima para su funcionamiento y producción de energía.